El amor crece y florece no sólo en el ámbito sentimental. Es el motor de nuestras vidas y se puede perfectamente adaptar a todo. Cuando realizamos una actividad donde está presente, la hacemos con gusto y mejor que nunca. ¿Por qué no puede aplicarse también en los negocios? Se ha demostrado que la motivación genera mejores resultados. Y esto, es un método de inteligencia de negocios.
A continuación, descubramos la fusión Amor y negocio, la combinación perfecta.
Amor y negocio, la combinación perfecta
No solo trabajo
La necesidad de trabajo del humano radica en satisfacer otras necesidades. Lo que sucede en este caso es eso mismo. La clave del trabajo es recordar los motivos por los que lo estás haciendo. Muchas empresas desarrollan estas técnicas de motivación para obtener mejores resultados de sus empleados. Y es que no solo es trabajo, también se trata de crecer individualmente en algo que te gusta.
Y eso hacen las empresas. Se implementan planes de inteligencia de negocios dándoles a los empleados la motivación necesaria para alcanzar sus metas profesionales. Pero no es todo, a su vez, se cumplen las metas pautadas por la empresa. Todos ganan.
El alma de la empresa
Dentro de la misma empresa radica fuente del amor por el trabajo. No solo se trata de contratar personas a la deriva, sino darles un motivo para trabajar. La idea de explotar su potencial y hacerles entender por qué su trabajo es valioso para la empresa acaba con todo. No hay dudas, ni inseguridades al respecto.
Los empleados terminan sabiendo qué es lo que buscan y haciéndose las preguntas correctas que la empresa suele responder. Como: ¿Por qué poner todo de mí en esta empresa? ¿Qué tengo para ofrecerle?… Y como una mano lava a la otra, no puede haber empresa exitosa sin empleados que tengan estas dudas. Así como no hay empleado exitoso sin una empresa capaz de solventarlas.
Sentido de pertenencia
La implementación de talleres o dinámicas que hagan sentir al empleado una parte importante de la empresa importa. Estos talleres desarrollan el respeto a la empresa y lo hacen sentir integrado, por lo que se esforzará. El esfuerzo no será obligado, por el contrario, será satisfactorio.
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