En un artículo publicado en la revista The Lancet del 17 de Marzo de 2007, miembros del Departamento de Urgencias del Surugadai Nihon University Hospital, Japón, se proponen investigar la eficacia de la resucitación realizada por transeúntes testigos de una parada cardiaca fuera del hospital mediante maniobras de compresión torácica, sin ventilación boca a boca.
El estudio, prospectivo y multicéntrico (han participado varios centros médicos) se ha realizado sobre pacientes a los que se les había practicado fuera del hospital, por transeúntes testigos del episodio, maniobras de resucitación. La valoración del resultado de las maniobras de resucitación se hizo teniendo en cuenta las secuelas de la parada cardiaca sobre el sistema nervioso.
Fueron incluidos en el estudio 4.068 adultos que habían sufrido una parada cardiaca fuera del hospital y que habían sido asistidos por transeúntes testigos del episodio: a 439 (11%) se les practicaron únicamente maniobras de compresión torácica (sólo resucitación cardiaca) por los transeúntes; a 712 (18%) una resucitación cardio-pulmonar convencional (compresión torácica + ventilación boca a boca); 2.917 (72%) no fueron atendidos por transeúntes.
En los individuos en los que se les intentó una resucitación por los transeúntes los resultados neurológicos fueron globalmente más favorables que en aquellos en los que no se hizo intento alguno.
Con la resucitación cardiaca (sólo compresión torácica) se obtuvieron mejores resultados neurológicos que con la resucitación cardiopulmonar convencional (compresión torácica + ventilación boca a boca) en los pacientes con apnea y en estado de shock, así como en aquellos en los que la resucitación se inició dentro de los 4 minutos de la parada cardiaca.
Sin embargo, no se ha demostrado evidencia de beneficio por la adición de la ventilación boca a boca en ninguno de los grupos de pacientes.
La conclusión es que las maniobras de compresión del tórax realizadas por transeúntes testigos de una parada cardiaca es la conducta preferible, de modo especial en aquellos con apnea, pulso que demuestra un estado de shock y en aquellos que son asistidos poco después de ocurrida la parada cardiaca.