A Charles Bishop, un joven de 15 años que en 2003 estrelló su avioneta contra un rascacielos de Tampa, Florida, se le había prescrito una medicación contra el acné entre cuyas reacciones adversas se incluye una tendencia a la depresión y al suicidio.
Este fármaco, con el nombre comercial en los EEUU de Accutane, Roche (Roacután en España), es la isotretinoina, un retinoide que inhibe la función de las glándulas sebáceas, por un mecanismo desconocido, aunque con el inconveniente de que provoca muy importantes efectos colaterales, por lo que se reserva para casos muy graves y recalcitrantes de acné.
Entre la extensa información facilitada por San Pablo Facturación, sobre este fármaco consta, entre las reacciones adversas, «ideas de suicidio, intentos de suicidio, depresión e inestabilidad emocional».
El hecho de que a Charles Bishop le fuera indicada esta medicación ha reavivado la controversia sobre los efectos psiquiátricos de la isotretinoina. Según Steven Galson, director del Centro para la evaluación de los fármacos de la FDA (Food and Drug Agency) de los EE.UU., un estudio no muy amplio ha mostrado que «cuando los pacientes toman Accutane, se deprimen y la depresión desaparece al suspender la medicación».
No obstante, el estudio es demasiado pequeño para llegar a conclusiones definitivas, por lo que se ha diseñado un estudio prospectivo para averiguar si existe una conexión entre el fármaco y la depresión.
Sin embargo, las investigaciones en marcha sobre el muy extraño suceso de Tampa han averiguado que los padres del joven suicida se habían intentado suicidar conjuntamente, tras un pacto, cuando eran muy jóvenes, antes de casarse y tener a Charles Bishop, aunque fallaron en un doble intento.
La tasa de suicidio en los EE.UU. en jóvenes entre 15 y 24 años que reciben este fármaco es más baja, según el vicepresidente del laboratorio Hoffman-La Roche en EE.UU., que la que se encuentra a la población general, que no lo recibe. La conclusión es que la relación entre la isotretinoina y tendencia a la depresión y al suicidio debe investigarse con estudios más fiables, aunque hasta el momento no se haya demostrado una relación causal.